Por: Jenny Rocío Salinas Atuesta.
Para comenzar a desarrollar un proyecto pedagógico en el que esté presente no solo la radio sino los medios de comunicación en general, es necesario que los docentes se apropien de la Comunicación Educativa, como la provisión de estrategias y métodos tendientes a desarrollar la competencia comunicativa de los educandos, desarrollo que supone la generación de vías horizontales de interlocución e intercomunicación[1].
Para comenzar a desarrollar un proyecto pedagógico en el que esté presente no solo la radio sino los medios de comunicación en general, es necesario que los docentes se apropien de la Comunicación Educativa, como la provisión de estrategias y métodos tendientes a desarrollar la competencia comunicativa de los educandos, desarrollo que supone la generación de vías horizontales de interlocución e intercomunicación[1].
A la radio
hay que concebirla como una estrategia de Comunicación Educativa que de apertura
a esas vías horizontales de interlocución e intercomunicación, imprescindibles
en el proceso enseñanza – aprendizaje.
El uso de la
radio en el proceso de enseñanza pretende desde esta concepción afianzar el
análisis y la reflexión, estimular la participación activa de los estudiantes y
proveer de espacios para fomentar el dialogo y la expresión de tal forma que se
pueda “dar lugar a la expresión
personal de los sujetos educandos, desarrollar su competencia lingüística,
propiciar el ejercicio social mediante el cual se apropiarán de esa herramienta
indispensable para su elaboración conceptual y, en lugar de confinarlos a un
mero papel de receptores, crear las condiciones para que ellos mismos generen
sus mensajes pertinentes con relación al tema que están aprendiendo”[2].
Desde esta premisa es importante señalar que los docentes deben ir
asociando aspectos de la comunicación educativa en su trabajo, indispensables
en el mundo actual e imprescindible en la enseñanza, para producir programas
radiales orientados a sus estudiantes de tal forma que se haga ameno el proceso
de enseñanza.
Cuando especialistas como Kaplún aseguran que se ha ido perdiendo
conciencia del alcance del dialogo como componente necesario del accionar
educativo, y que éste se ha sustituido por el paradigma informacional, es
preciso pensar con mayor insistencia en el uso de la radio como elemento para
buscar mayores acercamientos entre los estudiantes y profesores mediante la
utilización de una comunicación de mayor alcance.
En la comunicación directa y abierta que ofrece la radio, el lenguaje,
está en primer orden como lo reafirma Kaplún al hacer alusión a lo vital que
éste resulta para asimilar y aprender: “en todas las modernas teorías del
aprendizaje, el lenguaje desempeña una función imprescindible: un aprendizaje
comprensivo culmina con la adquisición e incorporación por parte del educando
de los símbolos lingüísticos representativos de los conceptos adquiridos”[3].
“La relación entre pensamiento y palabra es un proceso viviente: el
pensamiento vive a través de las palabras. Una palabra sin pensamiento es una cosa
muerta y un pensamiento desprovisto de palabras permanece en la sombra”[4].
Según Kaplún, las indagaciones psicogenéticas de Vygotsky han revelado
el papel capital del lenguaje en el desarrollo de las facultades cognitivas:
“El desarrollo del pensamiento está determinado por el lenguaje (...) El
desarrollo de la lógica es una función directa del lenguaje socializado (...)
El crecimiento intelectual depende del dominio de los mediadores sociales del
pensamiento, esto es, del dominio de las palabras. El lenguaje es la
herramienta del pensamiento”[5].
¿Cómo logra el sujeto educando su competencia lingüística, esto es, el
dominio y la apropiación de esa herramienta indispensable para construir
pensamiento y conceptualizar sus aprendizajes? La respuesta se halla nuevamente
en el investigador ruso cuando asevera que “las categorías de estructuración
del pensamiento proceden del discurso y del intercambio” mediante los cuales el
ser humano se apropia de esos símbolos culturalmente elaborados -las palabras- que
le hacen posible a la vez comunicarse y representar los objetos, vale decir,
pensar”[6].
A esa misma doble función del lenguaje alude Bruner cuando resalta su
naturaleza bifrontal: “es un medio de comunicación y a la vez la forma de
representar el mundo acerca del cual nos comunicamos. No sólo transmite sino
que crea y constituye el conocimiento”[7].
El lenguaje, materia prima para la construcción del pensamiento e
instrumento esencial del desarrollo intelectual, se adquiere, pues, en la
comunicación, en ese constante intercambio entre las personas que hace posible
ejercitarlo y de ese modo apropiárselo. Pensamos con palabras; mas la
adquisición de las palabras en un hecho cultural, esto es, un producto del
diálogo en el espacio social. Ese instrumento imprescindible que es el acervo
lingüístico sólo se internaliza y se amplía en la constante práctica de la
interlocución[8].
La oportunidad de expresar, es lo que realmente da lugar a la formación
de conceptos, como lo sustentan varios teóricos: Desde lo metodológico, hay
otra consecuencia importante de esta relación entre aprendizaje y ejercicio de
la expresión. El postulado podría enunciarse así: cuando el sujeto educando
logra expresar una idea de modo de que los otros puedan comprenderla, es cuando
él mismo la comprende y la aprehende verdaderamente. Comunicar es conocer. El
sentido no es sólo un problema de comprensión sino sobre todo un problema de
expresión (Gutiérrez & Prieto Castillo, 1991; Serrano, 1997). Se llega
al pleno conocimiento de un concepto cuando se plantea la oportunidad y a la
vez el compromiso de comunicarlo a otros. Los educadores lo experimentamos
permanentemente: cotéjese el grado de apropiación de un conocimiento que
teníamos cuando, en nuestro período de formación, estudiábamos para nosotros
mismos y el incomparablemente mayor que alcanzamos cuando debimos transmitir esas
mismas nociones a nuestros alumnos de un modo claro, organizado y comprensible.
Kaplún afirma en esta exposición sobre procesos educativos y canales de
comunicación que lo que definirá en buena medida la concepción de Comunicación
Educativa por la que se opte en los años venideros, será el valor que ésta le
asigne a la formación de la competencia comunicativa de los educandos[9].
El desarrollo de la competencia comunicativa de los sujetos actuantes
aparece como un factor altamente necesario y gravitante; como lo es asimismo
para la participación política y social[10].
Kaplún, deja ver de otro lado que es necesario que haya una verdadera
integración de grupo y la creación de espacios de interacción para que los
estudiantes construyan conocimiento mediante el dialogo, la discusión, el
análisis, las reflexiones y las concepciones que surjan dentro de un tema.
“Como el espacio generador de la socialización y posibilitador de las
interacciones grupales,, apreciadas como un componente básico e imprescindible
de los procesos educativos”[11].
Sobre este mismo aspecto, el teórico alude a lo señalado por Bruner,
indicando que “si la reflexión es indudablemente una fase vital en todo
auténtico proceso de aprendizaje, ella, “es mucho más fácil de iniciar en compañía
que en soledad”. Y eran tanto sociopolíticos como pedagógicos los fundamentos
que llevaron a Paulo Freire a postular que “el grupo es la célula educativa
básica”[12].
Y finaliza sustentando la efectividad en el proceso de enseñanza
mediante el trabajo en grupo, haciendo referencia a “los aportes metodológicos
de Freinet, centrado en el intercambio de productos comunicados entre los
alumnos, organizados en redes de interlocución, como marco propicio para el
desarrollo de la autoexpresión de los escolares, el constructivismo
sociointeraccionista de Vygotsky y Bruner, para quienes el aprendizaje es
siempre un producto social. “Aprendemos de los otros y con los otros””[13].
LA RADIO EN LOS PROCESOS EDUCATIVOS
La pedagogía
de la comunicación, cumple un papel de primer orden en los distintos procesos
educativos donde intervienen los medios de comunicación y por eso es
imprescindible su abordaje en este análisis, donde particularmente me
refiero a la importancia y al servicio que pueden prestar a la comunidad
estudiantil las Emisoras Universitarias enmarcadas dentro de un contexto
pedagógico.
La Pedagogía
de la Comunicación, es considerada “área emergente que entiende el
labor pedagógico como un acto comunicativo e integrador, resulta sistematizada
y utilizada por Gutiérrez, Penteado y Porto. Buscan que los sujetos
escolares se conviertan en consumidores activos, libres, responsables y críticos
de los medios de comunicación a través de diferentes formas de expresión
creativa”[14].
En este
análisis hay teorías como la de Mario Kaplún, quien “supone
considerar a la Comunicación no como un mero instrumento mediático y
tecnológico sino ante todo como un componente pedagógico. En tanto
interdisciplina y campo de conocimiento, en la comunicación educativa así
entendida convergen una lectura de la pedagogía desde la comunicación y una
lectura de la comunicación desde la pedagogía”[15].
Educarse es
involucrarse en un proceso de múltiples flujos comunicativos. Un sistema
será tanto o más educativo cuanto más rica sea la trama de interacciones
comunicacionales que sepa abrir y poner a disposición de los educandos.
Una vez más, la cuestión estriba en la estrategia comunicacional que presida su
uso[16].
Kaplún
advierte que en lo que incumbe al empleo de
medios en la educación, bienvenidos sean, en tanto se los aplique crítica y
creativamente, al servicio de un proyecto pedagógico por encima de la mera
racionalidad tecnológica; como medios de comunicación y no de simple
transmisión; como promotores del diálogo y la participación, para generar
y potenciar nuevos emisores más que para continuar acrecentando la muchedumbre
pasivos receptores. No tanto, en fin, medios que hablan, sino medios para
hablar [17].
Desde esta
perspectiva, Tania María Porto, de la Universidad Federal de Pelotas, Brasil,
en su publicación No. 8 “Glosas Didácticas”, intitulada, “La Escuela, los
Alumnos y los Medios en una Pedagogía de la Comunicación, indica que la Escuela, en su papel conservador, ha ignorado la
existencia de los medios de comunicación. Surge así la necesidad de una
pedagogía que establezca la comunicación escolar con los conocimientos de los
sujetos escolares[18].
Haciendo
alusión a lo escrito por Kenski, Tania María Porto, indica que “los alumnos aprenden en diferentes situaciones y hoy,
principalmente, por las relaciones que establecen con los medios, fuera del
espacio escolar. Para nuestros alumnos, por ejemplo, el maestro ya no es
la única ni la principal fuente de información. Ya llegan a la
escuela sabiendo muchas cosas oídas en la radio, vistas por televisión,
anuncios, informes de mercado y Shopping Centers que visitan desde pequeños.
Los alumnos están acostumbrados a aprender a través de los sonidos, los
colores, las imágenes congeladas (de los anuncios, diarios y revistas) y las
imágenes en movimiento (de las películas y programas televisivos) El
aprendizaje se procesa por el intercambio entre lo racional y lo afectivo”[19].
Porto, dice que frente a
un mejor aprovechamiento de la radio como soporte pedagógico hay que vincular a
la escuela con los medios, es necesario que la relación de la escuela con los
medios se encamine hacia un abordaje pedagógico que tenga como meta legitimar
una ideología democrática de la educación, volviendo significativo el proceso
de enseñar y aprender. Los medios (entendidos como medios de
comunicación) y la escuela, son instituciones organizadas de la sociedad y
reconocidas como instancia de esparcimiento (medios) e instancias de saber y
conocimiento (escuela), entrecruzándose por la reproducción cultural”[20].
Los medios de comunicación, hacen parte activa del desarrollo en todos
los campos, pero están ligados al discurrir educativo y cultural de nuestras
gentes. “La mayor parte de lo que captamos y aprendemos fuera del aula, nos
llega de la radio, la televisión, la prensa y los medios electrónicos. El
estudiante convive con dos realidades: una, teniendo que seguir los parámetros
propuestos y exigidos por una escuela reproductora, y otra, asistiendo a través
de los medios electrónicos y de comunicación a una visión dinámica y estética
de la sociedad, cuya cultura está en constante efervescencia”[21].
Es por eso, que Porto, propone “una pedagogía que establezca
comunicación escolar con los conocimientos con los sujetos considerando los
medios de comunicación. Dialogamos con los medios en vez de hablar de los
medios. La escuela, es así concebida para la comunicación. Comunicación entre
los sujetos de la escuela (profesores y alumnos) y de sus saberes (que
actualmente se originan en gran parte en los medios de comunicación) y la
comunicación de estos sujetos a partir de la relación entre sus saberes y el
saber universal, y el saber científico reconocido y representado por el
profesor en el aula”[22].
ESTUDIANTES Y PROFESORES FRENTE A LOS MEDIOS
Ahora bien, los resultados de
estudios realizados por especialistas respecto de la incidencia de los medios
de comunicación en los estudiantes para asimilar las distintas situaciones que
convergen en el mundo que los rodea, hablan por sí solos: Penteado, Witter,
Fischer y Porto presentan datos que muestran la gran relación de los
estudiantes con los medios de comunicación en los cuales se concluye que los
estudiantes de hoy, “ya nacieron bajo la influencia de los medios de
comunicación y consecuentemente, crearon otros códigos para entender y
vincularse con el mundo”[23].
Mientras que
en el caso de los docentes, los estudios demuestran que la mayor parte de
ellos, no hacen uso de los medios de comunicación como elementos pedagógicos,
en una investigación adelantada por Tania María Esperon Porto, en 1998 se logró
establecer “que los medios de comunicación,
a pesar de formar parte de la vida cotidiana de los profesores, no parecen en
sus conversaciones como objeto de estudio o de trabajo. Surgen
esporádicamente en comentarios aleatorios sobre acontecimientos mostrados por
la televisión y comentados por alumnos en las clases”[24].
LA RADIO COMO APOYO A LA
EDUCACIÓN VIRTUAL Y ABIERTA Y A DISTANCIA
Desde la perspectiva planteada por Kaplún en donde
el dialogo “Insensiblemente,
sin pregonarlo, ha sido desplazado y sustituido por el paradigma informacional”, la Radio es el medio para crear una
comunicación “bidireccional” que sustituya en buena parte la ausencia del
educando en el aula virtual que reclama una comunicación de doble vía para
garantizar un mayor aprendizaje. Sobre el particular hay que tener en
cuenta que “especialistas explicitan los flujos comunicacionales
del sistema, los definen en términos de bidireccionalidad, por la que entiende
exclusivamente “una comunicación organizada de ida y vuelta entre el estudiante
y la organización de apoyo” (Holmberg), esto es, la existencia de “medios
de contacto entre el estudiante y su supervisor”[25].
Frente a esta
situación la radio aparece nuevamente como una alternativa en el proceso de
Educación Abierta y a Distancia, para suplir el escaso contacto entre los
estudiantes y profesores, expuesto por Sarramona quien coincide
en reconocer la inviabilidad de establecer a distancia en forma fluida y
frecuente esta comunicación bidireccional docente/discente. El “aula
virtual” instituye un educando que estudia sin ver a nadie ni hablar con nadie;
y que, privado de interlocutores, queda confinado a un perenne silencio.
La radio con
enfoque pedagógico, es la respuesta más clara frente a lo que nos
corresponde hacer para lograr la comunicación de persona a persona que le
hace falta a la Educación Abierta y a Distancia, y mucho más si tenemos en
cuenta planteamientos tan evidentes como los de Sarramona: “el
estudiante sólo se comunica y dialoga consigo mismo”); y quien pregunta: ¿qué canales le provee el sistema para ejercitar su
propia expresión? Esto es, ¿qué espacio le es ofrecido para ser él a su vez leído
y escuchado, para dialogar con sus compañeros de navegación, enriquecerse con
sus aportes y compartir y confrontar su propio pensamiento? A juicio de este teórico serían “solo seres
tecnológicamente hipercomunicados pero socialmente aislados. Porque las más de
las veces se está entendiendo por tal el ida-y-vuelta que se establece entre el
ser humano y la máquina y no entre personas”[26].
Desde luego
que la radio universitaria no es la panacea, ni el único medio para
acabar con el “silencio” que plantean especialistas en el sistema de Educación
Abierta y a Distancia, y Virtual, pero sí un gran apoyo para que
los estudiantes de Educación Abierta y Distancia se hagan partícipes en una
comunicación de ida y vuelta con programas radiales encaminados al logro de ese
objetivo. Desde ningún punto de vista quiero desconocer el alcance de las
tecnologías de la información, en el proceso de formación, pero sí desde mi
concepción personal, reconocer la efectividad de la radio en un proceso tan
importante como es la educación que demanda estrategias de comunicación para
obtener mayores logros en la enseñanza.
La Radio Universitaria es el elemento indispensable que le hace falta a la Educación Virtual y a Distancia, a la que se le han hecho reparos por tratarse un proceso individualista y muy personal que pone limites para un mejor desarrollo en el aprendizaje que se logra tan solo cuando hay una interacción y una participación del estudiante con el profesor y con el grupo de trabajo, según lo afirmado por Kaplún.
LA RADIO EN
LA EXTENSIÓN Y LA INVESTIGACIÓN
En la docencia, la investigación y la extensión es
necesario contar con las emisoras como ayuda en el proceso de formación de los
educandos fuera del aula de clase, mediante la generación de
espacios radiales donde tengan cabida conceptos y opiniones distintas a las de
los actores tradicionales, es decir estudiante – profesor. Es
fundamental conocer otros puntos de vista para que los estudiantes adquieran
una mayor visión y de esta forma puedan por sí solos o mediante una orientación
directa despejar sus inquietudes y adquirir un conocimiento más amplio.
Se requiere
reunir a especialistas en diferentes áreas alrededor de programas donde el
estudiante y la audiencia en general tengan cabida directa a través de la línea
telefónica o el correo electrónico para buscar respuesta a sus inquietudes.
Mediante la
producción de espacios radiales de alto contenido, los docentes pueden reforzar
el proceso de formación educativa en las Universidades. Los programas deben
hacerse de forma didáctica, procurando dejar espacios para que los estudiantes
y la comunidad en general puedan participar, para hacer sus aportes y para dar
a conocer su opinión o punto de vista. Hay que recoger opiniones de diversa
índole, incluida la de especialistas y expertos en los temas que se aborden.
Con el
conocimiento de la academia y el aprovechamiento del material de audio que se
encuentra en las señales satelitales y en las emisoras internacionales de corte
científico, cultural, educativo e investigativo las cuales se pueden bajar de
Internet, los docentes pueden producir programas radiales muy interesantes para
sus estudiantes. Es importante reforzar los programas radiales incluso
con el audio de las telé y audio conferencias e integrándose con profesores de
otras Universidades para reforzar ese trabajo.
Es importante
que el montaje de los programas se haga con el acompañamiento de los
estudiantes, pero teniendo muy en cuenta la orientación de los profesionales de
la comunicación, por lo menos, mientras los docentes van adquiriendo o
desarrollando la competencia en ese campo de las comunicaciones.
En este tipo
de realizaciones es indispensable contar con el conocimiento de la comunidad,
mediante la realización de entrevistas radiales.
Para que los
estudiantes vayan adquiriendo dominio por sí solos de los temas, es fundamental
asignarles tareas, funciones y responsabilidades en cada uno de los programas
que se estén emitiendo.
Se requiere
igualmente que los docentes produzcan material escrito y gráfico para orientar
a sus estudiantes y hacer un mejor acompañamiento respecto al programa que se
esté realizando.
Como
estrategia para lograr una comunicación abierta y participativa entre docentes
y estudiantes de diferentes instituciones de educación superior, hay que acudir
necesariamente a esos canales de doble vía que la radio ofrece para que
confluyan todas las opiniones y las experiencias y donde el punto de encuentro
sea el programa radial con la presencia ya sea física, virtual, telefónica de
los estudiantes como oyentes o como partícipes en el estudio de radio,
alrededor de diversos temas. Para el logro de este propósito es necesario
realizar programas especializados orientados por docentes o comunicadores con
dominio pedagógico.
Otra
estrategia a la que se puede acudir es el aprovechamiento de las redes de
emisoras universitarias y su integración técnica para producir y transmitir en
simultánea programas especializados de alto contenido, buscando que el
estudiante se sienta parte de ellos.
Los convenios
con universidades nacionales y extranjeras para el intercambio de material
educativo y la realización de espacios radiales con incentivos para promover la
investigación en todos los campos del desarrollo, se pueden sumar a la serie de
estrategias para reforzar los conceptos impartidos en el aula por el docente.
En la
investigación, la radio puede contribuir mediante la práctica de trabajo de
campo de los estudiantes asignándoles tareas de reporteros, de tal forma que
vayan a los lugares a explorar y a conocer de primera mano todo aquello que
pueda contribuir a obtener unos mayores logros en su trabajo de investigación.
Hay que
involucrar a los estudiantes en la parte activa de los problemas para
comprometerlos en soluciones y ayudarlos a descubrir cosas nuevas, mediante un
diálogo abierto con la mayor parte de fuentes posibles a través de la radio,
para analizar desde su propia perspectiva lo que hay más allá de lo que todos
conocemos.
Recogiendo
los saberes de la gente fuera de la universidad, también se contribuye a la
investigación, para lo cual es necesario acudir a todo tipo de experiencias y
vivencias a través del diálogo radial.
Hay que
planear un trabajo conjunto entre los estudiantes y los docentes donde todos se
comprometan a aportar algo nuevo en la investigación, mediante la búsqueda de
cosas nuevas.
En la
Extensión, las emisoras universitarias, pueden convertirse con una buena
orientación, en una gran ayuda no solo mediante la producción de
programas de alto contenido educativo, científico e investigativo, sino
integrando a la comunidad estudiantil y en general alrededor de propósitos y
compromisos.
La radio no
solo es un gran apoyo en lo académico e investigativo, sino una gran
herramienta para promover todos sus programas, políticas académicas, proyectos
y gestión.
Además de
todos los alcances expuestos, las Emisoras Universitarias pueden reforzar
y hacer acompañamiento a los programas que hagan parte del sistema de créditos
académicos que fue adoptado mediante Decreto 808 del 25 de abril de 2002 del
Estado Colombiano, “Unidad de medida del trabajo
académico de los estudiantes”[27]; que para algunos estudiantes se ha convertido en
una amenaza porque suponen que con la aplicación de esta política educativa se
va a ampliar mucho más “la brecha”, con sus profesores. Esa supuesta
"brecha", se puede reducir con espacios radiales que orienten y den
luces claras a los estudiantes sobre los temas que les corresponda.
Dentro de este contexto, la radio puede convertirse
también en un elemento importante de interacción dentro del modelo de los “Créditos Académicos”[28], para estimular el trabajo de los estudiantes, y
si cabe la expresión, suplir la ausencia de los maestros dentro del escenario
tradicional.
La
radio universitaria, de otro lado, puede aprovecharse como un
recurso importante para la divulgación y promoción de los programas académicos
con miras a obtener un mayor respaldo dentro del proceso de acreditación y
reconocimiento de alta calidad que hace el Consejo Nacional de
Acreditación. Si las apreciaciones de Kaplún son tan válidas en el
sentido de que la educación está adquiriendo “menos
conciencia del alcance del dialogo como componente necesario del accionar
educativo”[29],
se debe insistir en la radio con componentes pedagógicos.
Desde otra perspectiva, las emisoras universitarias
juegan un papel trascendental como soporte para dinamizar los procesos de
flexibilidad curricular lo cual “implica
que las instituciones de educación superior deben ampliar, en los grados en los
que consideren, las opciones de escogencia que ofrecen a los estudiantes en lo
que se refiere a programas de formación, cursos, actividades académicas,
estrategias de aprendizaje y tecnologías educativas, jornadas, ciclos de
formación etc., y hacer de la flexibilidad en lo curricular y lo pedagógico el
principio regulativo básico para el logro de la formación profesional integral”[30].
Incluso para romper las
fronteras de lo pedagógico, las emisoras universitarias pueden ir mucho más
lejos, transmitiendo conferencias, simposios y seminarios ya que actualmente
este tipo de eventos no trasciende más allá de un auditorio o de un grupo de
personas muy reducido. Por supuesto que con un mejor manejo, aprovechamiento y
acompañamiento de un docente, estos eventos podrían propagarse a través
de las ondas hertzianas de una estación de radio universitaria para llegar a
centenares de miles de oyentes.
Por la capacidad
académica y su amplia trayectoria pedagógica, las Universidades pueden
liderar procesos para la producción de programas de capacitación que lleguen a
través de la radio u otros medios a funcionarios oficiales y privados en
distintos temas. Esta iniciativa puede ser fortalecida con convenios y
alianzas con instituciones de Educación Superior y entidades como el Servicio
Nacional de Aprendizaje y la Escuela Superior de Administración Pública.
Hay que fomentar espacios de análisis alrededor de temas de interés
nacional e internacional que orienten a las audiencias con elementos de juicio
que les permita tener una visión clara de los que está sucediendo.
La radio universitaria, es un
medio inmediato y un elemento de primera necesidad para difundir todos
los programas académicos, políticas académicas y gestión de la Universidad.
Por la gran gama de
oportunidades que la radio ofrece, en las emisoras universitarias se pueden
desarrollar todos los géneros periodísticos y los formatos radiales
conocidos. Desde los noticieros; programas de opinión, análisis y
reflexión; magazines; musicales; crónicas; programas
especializados; espacios de debate; programas culturales y recreativo
1. 5 LA
RADIO COMO ELEMENTO PARA LA CONVIVENCIA Y LA DEMOCRACIA
Desde la Universidad con la ayuda de la radio debemos comenzar a
construir un proyecto que propenda por la cultura de la paz y la
reconciliación. Los logros obtenidos en varios países por el trabajo de la
radio y sus campañas nos muestran que éste es un gran medio para la difusión de
valores que conllevan a la formación de una verdadera iniciativa de convivencia
y democracia.
En el momento actual, en que la radio, la televisión y la prensa escrita
dedica buena parte de sus espacios a informaciones y realizaciones con un alto
contenido de violencia, hay que acudir a programas y estrategias especiales
encaminadas a la formación de valores ciudadanos y éticos que vayan creando una
nueva cultura de paz en todos los escenarios donde se forman las personas del
mañana. Los medios de comunicación no se pueden alejar de la realidad
colombiana, pero si les asiste una gran responsabilidad en el tratamiento que
le dan a las noticias.
Arleison Arcos Rivas, nos cuenta dentro de las experiencias de radio
educativa y cultural, “que uno de los esfuerzos más significativos para
contribuir a que en las escuelas se consoliden ejercicios radiales como
instrumentos de reconfiguración y transformación del conflicto y la convivencia
escolar es el ejercicio realizado por el proyecto cultura de paz producido por
UNICEF y Radio Neadherland, el cual consistió en la elaboración de material
visual, de audio y en multimedia para que las escuelas pudiesen contar con una
colección de cuentos en los que se exaltan la tolerancia, la paz, la honestidad
entre otros, como valores que posibilitan redifiniciones sociales democráticas.
Del mismo modo, el proyecto RADIPAZ, Red Latinoamericana de Radios para una
Cultura de Paz, cuyo objetivo principal es “contribuir a promover la cultura de
la paz, el conocimiento recíproco y la integración de los países de América
Latina, mediante acciones concertadas y conjuntas a través de la producción y
difusión radiofónica en sus distintos géneros y modalidades conformando para
este fin una red de estaciones de radio.[31]
LA RADIO
UNIVERSITARIA FRENTE A LOS DEMÁS MEDIOS
No puede quedarse rezagada. Su desarrollo tiene que
estar a la par con la evolución tecnológica y su función social debe prevalecer
siempre. Debe asumir con inmediatez y cobertura los grandes retos en lo
informativo, científico y cultural, promoviendo convenios con Emisoras de su
género y Universidades del país y del exterior para el intercambio de material
que pueda resultar útil para los oyentes. Igualmente hacer alianzas con
estaciones de radio internacional para el enlace de programas de contenido
científico mediante señal satelital, internet o producciones pre grabadas.
La cobertura hay que extenderla a otras regiones del país, mediante la
conformación de una cadena de emisoras universitarias que le permita hacer
enlaces e integración nacional para proyectarse de una forma más amplia.
Para estar bien sintonizados, las emisoras universitarias deben tener su
señal en la Internet y crear sus correos electrónicos con el fin de que los
oyentes puedan hacer sus comentarios, sugerencias, solicitudes y aportes que
sean del caso a los productores de cada uno de los espacios que se difundan.
Las emisoras universitarias deben contar con una base de datos de sus
estudiantes para informarles oportunamente sobre la transmisión de programas
especiales que les pueda interesar.
De igual forma es muy importante que la radio universitaria tenga su
página WEB, para estar al día en materia de información y programación,
propiciando la participación interactiva de sus oyentes, a través de distintas
iniciativas.
LA RADIO EN LO CULTURAL
Debe responder a todos los principios, normas y
demás disposiciones del Estado. “La cultura en sus diversas manifestaciones es
fundamento de la nacionalidad. El estado reconoce la igualdad y dignidad
de todas las que conviven en el país. El Estado promoverá la
investigación, la ciencia, el desarrollo y la difusión de los valores
culturales de la Nación”[32].
Hay que vincular a la
comunidad en general a través de espacios que permitan recoger sus saberes
populares para estudiarlos y desarrollarlos de acuerdo a su cultura.
Detrás de todo proyecto de
investigación hay que tener en cuenta el conocimiento de la comunidad.
Que mejor que las vivencias de la comunidad para poder hablar con propiedad de
las costumbres y los modelos de desarrollo. La propia comunidad puede hacer
valiosos aportes ayudando a formar más conocimiento.
Hay que fomentar la integración de las comunidades mediante la
participación directa y abierta con eventos que fomenten el talento en el
ámbito cultural. Una buena experiencia que valdría la pena retomar, es el
montaje de espectáculos en radio teatros, auditorios y espacios al aire libre
con transmisiones en vivo donde obviamente tenga participación directa la
comunidad.
Debemos propender desde la Universidad por un mejor reconocimiento y
protección de nuestras etnias, promocionando su riqueza cultural ante la
comunidad en general, para que sea respetada y rodeada de todas las garantías
de supervivencia.
Hay que crear más espacios para destacar a sus gentes y a promocionar el
potencial y la riqueza de las poblaciones en sus distintas áreas del
desarrollo. Habría mucho que hacer en este campo en la reconstrucción cultural
de estos grupos sociales, con el conocimiento de expertos vinculándolos a
programas radiales.
La música, dentro del contexto cultural juega un papel decisivo. Así las
cosas debemos dedicar espacios para difundir los distintos géneros,
compositores e intérpretes de nuestro país y por supuesto del exterior.
1. 8
LA RADIO Y SU SERVICIO A LA COMUNIDAD
Es necesario realizar
programas especializados en grandes temas de interés para orientación de la
comunidad en general. En este tipo de espacios es fundamental la
participación activa de la academia, que con su conocimiento y experiencia
puede coadyuvar a la solución de las distintas problemáticas.
Hay espacios que se realizan por estudiantes que se aproximan a
este propósito y que por su puesto pueden superar las expectativas en la medida
en que vayan adquiriendo cada vez más conocimiento.
Las emisoras universitarias se
deben convertir en puentes de comunicación entre la comunidad y los
representantes de las entidades del gobierno para plantear sus necesidades más
apremiantes. En este sentido hay que vincular con mayor ahínco a
funcionarios de entidades como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,
Comisarías de Familia, Defensoría del Pueblo, Personerías, Procuraduría,
Fiscalía General de la Nación, Policía Nacional y a otros sectores como
la Iglesia, Las Organizaciones No Gubernamentales, Cámaras de Comercio,
Acciones Comunales y Asociaciones Cívicas para que atiendan las inquietudes de
la comunidad y aporten soluciones a la problemática que enfrentan.
No podemos descuidar los
programas de opinión sobre temas de palpitante actualidad. Los
noticieros deben tener el propósito de formar más que de informar,
abriendo espacios para el análisis y la investigación, procurando entregar
distintos puntos de vista sobre los temas que se aborden y si es del caso
generar debate vinculando la participación de estudiantes y audiencia en
general.
Desde luego que las emisoras
universitarias también pueden brindar asesoría y orientación a sus audiencias
con la puesta en marcha de programas de ese género.
MODELOS DE
RADIO EDUCATIVA EN COLOMBIA
Hay que destacar que aunque se han desarrollado
proyectos importantes de Radio Educativa en Colombia, no podemos mencionar
ninguna experiencia de Radio Universitaria con componentes pedagógicos, ni
donde la comunicación educativa se haya puesto en práctica con todos sus
alcances y beneficios en las Emisoras Universitarias.
Recordemos que aquí en
Colombia uno de los proyectos que contribuyó a la formación de conocimiento y
valores de nuestra comunidad en la educación primaria y básica secundaria fue
“la Cadena Sutatenza de Colombia y sus Escuelas Radiofónicas de Acción
Cultural Popular”, que lideró por muchos años el programa de Educación
Fundamental Integral dirigido al sector rural de la población.
Fue un modelo en el que se
formaron a millones de campesinos. “Una Escuela Radiofónica era
un pequeño grupo de personas a menudo miembros de una misma familia, o vecinos
cercanos quienes diariamente se reunían en una de las casas de los alumnos para
escuchar las clases radiales. La escuela era manejada por un auxiliar
inmediato, un miembro de la comunidad local, que por lo general tenía un
poco más de educación formal que sus vecinos y que voluntariamente
organizaba una Escuela Radiofónica. Sus obligaciones propias eran
ayudar a promover las inscripciones, organizar un sitio regular de reuniones,
obtener un radio para las clases, ver que los estudiantes asistieran
regularmente y a tiempo, sintonizar el radio en la estación adecuada, ayudar a
los alumnos durante la clase radial siguiendo las instrucciones del profesor
locutor, motivar la discusión después de clase y tener un juego de cartillas”[33].
Este trabajo fue complementado
con publicaciones y el acompañamiento del auxiliar inmediato de Acción Cultural
Popular que desempeñaba el papel de agente educativo. Este modelo podría
ser adoptado para facilitar la labor de los estudiantes con un tutor. Recordemos
que el auxiliar inmediato de las Escuelas Radiofónicas “era la persona que
dentro de un contexto organizado establecía una interacción intencionada y
directa con uno o varios usuarios de la cual se deriva algún tipo de
aprendizaje. Se supone, pues al Agente Educativo, en
interacción directa con un grupo de usuarios, es decir, en interacción
permanente cara a cara. Se supone, además que esa interacción es
intencionada, es decir, que existe conciencia de fines (intencionalidad) de
parte de quien algo enseña, Agente Educativo, y de quien algo aprende, el
usuario u oyente”[34].
LA RADIO UNIVERSITARIA EN PAÍSES DE AMÉRICA
Como ya lo
exprese en uno de los apartes de este escrito, no hay en Colombia, ni en países
de América, emisoras universitarias que su misión, encierren un fin pedagógico,
eminentemente. De hecho hay varias estaciones radiales que dedican
grandes espacios a la realización y difusión de programas especializados donde
se analizan temas de interés general y se imparte conocimiento, sobre varios
temas; pero insisto, no hay antecedentes de un proyecto que haga parte
del proceso enseñanza – aprendizaje, en las instituciones de educación
superior, como el que hemos planteado en esta propuesta, con la participación
activa y directa de la comunidad docente y estudiantil.
En un rápido recorrido por
varios países, encontramos que más allá de las dificultades financieras que
afrontan para subsistir, buena parte de las emisoras universitarias se han
visto obligadas a someterse a los intereses de los dirigentes, políticos de turno
y empresarios que defienden fines muy marcados. Es obvio que esta falta
de autonomía derivada de la dependencia financiera y de la carencia de una
fuente propia de recursos, ha relegado los propósitos de que quienes tuvieron
la iniciativa de sacar adelante proyectos de radio universitaria bajo la
premisa educativa y cultural.
Prácticamente la mayor parte
de la programación de estos medios radiales ha tenido que supeditarse a la
preferencia de los particulares que mantienen la mayor parte de la pauta
publicitaria. En un estudio realizado por Radio Nedherland de Costa Rica,
se revela que varias radio estaciones de este genero en México, se han
convertido en emisoras comerciales, dejando de lado el principio fundamental
que las creó. Veamos este y otros aspectos.
Es sabido que las tendencias
estatales deficitarias repercuten de manera inmediata en los recursos asignados
por el gobierno federal a las entidades que otorgan servicios públicos y que la
racionalidad de este gasto está también orientado por nuevas concepciones del
quehacer de las universidades. En este sentido, la abrumadora tendencia
nacional sugiere que la asignación de recursos a la extensión y particularmente
a la radio educativa y cultural no esta directamente relacionada con variables
de eficiencia comunicativa o cumplimiento de las metas anuales, sino en todo
caso, depende de criterios políticos, unipersonales y de disponibilidad de
fondos, afectando la credibilidad que pueda lograrse en torno de estos procesos de planeación y evaluación [35]
Es decir, que los logros y
avances tenidos en la gestión de recursos de los proyectos radiofónicos no
genera, por sí, mayores estímulos a la actividad, sino todo lo contrario. A
veces, hasta disminuyen. ¿Cuáles serán entonces las posibilidades
de desarrollo de nuestras emisoras de cara a las
reconversiones digitales y a los nuevos lenguajes multimedia sin mayores
recursos?[36].
La institucionalidad, tan
compleja y variable en la que se mueven las radios universitarias, tiene
también sus repercusiones importantes en los diseños programáticos de nuestras
señales "al aire". Durante estos espacios de tiempo se distribuye una
programación mixta basada en barras musicales y de programas hablados, tratando
de lograr un equilibrio tanto en géneros como en formatos radiofónicos. No
obstante, esta relación armónica solo se logra en un 30% puesto que el
porcentaje restante corresponde a diseños de programación que tienen
desequilibrios cargados a la programación musical, independientemente de lo que
se diga en la dimensión política conceptual, como resultado de la carencia de
recursos humanos y económicos que permitan aumentar la producción de programas
hablados y de la poca eficacia de las redes nacionales de intercambio de
programas. 3 de ellas, como Radio UNAM y Radio Universidad de Guadalajara
y Radio Universidad Veracruzana son, quizás, las que más se acercan al balance
con tendencias a aumentar los tiempos que destinan a la radio hablada [37].
Las barras de programas
hablados también reflejan las condiciones de interpretación de los objetivos
declarados institucionalmente y de la estructura productiva que los elabora.
Así, los tiempos que se dedican a la información universitaria directamente
relacionada con sus funciones sustantivas son menores a los que se dedican a
temas de cultura general y de interés público. En el caso, de los
radioforos de Radio Universidad de Occidente y los noticieros de Radio
Universidad de Puebla y R.U de Guadalajara que incluyen información
universitaria dentro de espacios noticiosos generalistas y que aún cuando los
temas de expresión sean, por ejemplo, juveniles, infantiles o familiares,
vengan preñados de la óptica universitaria y de los conocimientos útiles para
tales sectores. Lo que sí es evidente, es que la mayoría de las estaciones
generan más programas de cultura general desde la perspectiva de los intereses
directos de la sociedad que contenidos derivados de sus funciones sustantivas,
a no ser que hablemos de la extensión de la cultura. Incluso, en algunas
emisoras se tiene la percepción de que los programas institucionales son
normalmente malos y sin interés y que hay que privilegiar los objetivos sociales
de las estaciones en contra de sus objetivos institucionales[38].
El punto es muy interesante
para la discusión pues confunde generalmente "programas
institucionales" con espacios destinados a difundir la imagen de los altos
funcionarios, sus comentarios administrativos o políticos, olvidando que pueden
referirse fundamentalmente a contenidos derivados de la misión de las
instituciones de educación superior que, en lo fundamental, tienen que ver con
la ampliación de la cobertura de los servicios educativos, la divulgación de la
ciencia y la extensión de sus servicios y la cultura[39].
La programación oscila entre
perfiles de música clásica y bellas artes, como en Radio Universidad de
Guanajuato, de Sonora y Guerrero o las emisoras con mayores índices de apertura
a géneros populares como las de Aguascalientes o Sinaloa. En todos los casos la
presencia de personal no asalariado destinado a procesos voluntarios de
producción es notable, subrayándose los objetivos sociales de las emisoras en
detrimento de las obligaciones específicas como la divulgación de la ciencia,
la docencia y la extensión de la cultura de los servicios. En esto recae su
alternatividad[40].
En monitoreos realizados al
azar, identificamos que 21 estaciones universitarias mantienen, en lo general,
ritmos lentos de transmisión, de voces pausadas, serias, con rupturas y
silencios conocidos en el argot comunicativo como "lagunas" y largos
espacios musicales sin que medie presentación o información alguna por parte de
los trabajadores de la transmisión[41].
Este breve paseo por la
dimensión discursiva de la radio universitaria y tecnológica nacional pone de
relieve otros problemas si los conectamos con las otras dimensiones de que
parte nuestro análisis[42].
Ideas tales como
"fomentar corrientes críticas de opinión", "apoyar la
divulgación de la ciencia y las funciones sustantivas" o "promover la
educación abierta" no dejan de ser meras ilusiones en emisoras cuyo
potencial de producción no les ha permitido contar con reporteros, analistas o
redactores, divulgadores de la ciencia o expertos en educación a distancia o
cuando la SEP no ha sido capaz de fomentar centros de producción radiofónica
educativa y cultural, cuyos contenidos pudieran enviarse a través de los
canales satelitales de EDUSAT de modo que suplieran este debilidades
particulares[43].
Del mismo modo, las lecturas
que los trabajadores de las radios han hecho de los documentos de la
universidad, de las entidades inmediatas de las que dependen o de sus saberes
tradicionales, permiten el diseño mayoritariamente empírico de perfiles
comunicativos. En fin, que el análisis tendencial de lo que ocurre en las
radios universitarias y tecnológicas en México partiendo de la base de que las
tareas comunicativas pueden agruparse en tres dimensiones (político-conceptual,
técnico-económica y discursiva), muestran un juego de tensiones, avances y
retrocesos de gran complejidad[44].
La universidad, como
institución, no tiene un proyecto específico derivado de su propia Ley Orgánica
y sus organigramas, sino que se limita a recoger y apoyar las iniciativas de
miembros destacados de su comunidad en el nombre de su importancia artística o
cultural. Su unidad está formada por productores no especialistas que, no
obstante, han desarrollado con la práctica diferentes competencias
comunicativas puestas al servicio de un colectivo que posee medios de
producción radiofónica como instrumentos de intervención social o mejoramiento
sociocultural, estableciendo relaciones no subordinadas tanto con cada uno de
los miembros del equipo como con los receptores de los comunicados[45].
Otras variantes prácticamente
desconocidas en la radio universitaria mexicana pero vigentes en otros países
son la institucional mimética que ha puesto completamente a las emisoras dentro
del mercado y ha variado su programación hasta volverse parecida a las radios
comerciales existentes en la oferta radiofónica, manteniendo pequeños espacios
de información institucional y la comercial estratégica que organizada mediante
modos de producción privados e inserta completamente en el mercado de medios y
publicidad, asume responsabilidades educativas y de servicio público[46].
La parcela menos competitiva y
menos atendida, aquélla de explícitas intenciones educativas y culturales
reñidas casi siempre con la tendencia de entretenimiento dominante, fueron el
alimento principal de las radios universitarias. ¿Pueden ser estratégicas las
programaciones si no contemplan la naturaleza de los contenidos y las
gramáticas discursivas dominantes, encuentran la razón de su éxito e intentan
modificar las estructuras o los nexos de éstas con determinados contenidos?
¿Priorizar los contenidos y géneros excluidos en garantía de acceso a grandes
públicos a privilegio de lectura o decodificación de los educados?[47].
La experiencia de la BBC y de
los modelos europeos han enfatizado el carácter generalista, plural y
equitativo de las políticas de programación, pues entre sus objetivos está
también funcionar como dinamizador de la calidad de la industria comercial. Es
decir, que se conciben como inputs del sistema de medios y también como
impulsores de una nueva cultura de medios de comunicación[48].
Tanto la experiencia
norteamericana como la derivada de las políticas nacionales de comunicación
basan su programación en la orientación complementaria: mientras que se acepta
que las emisoras del mercado propongan géneros masivos, se exige que las
estaciones de servicio público se deslinden ofreciendo lo que no tiene entrada
en esas transmisiones[49].
Una de las fortalezas de la
radio, según las enseñanzas de Brecht, que cobra aún mayor importancia en estos
tiempos de la tecnología digital y la creciente interactividad favorecida por
la rapidez y flexibilidad de las redes integradas, es la cercanía afectiva de
los signos sonoros y las posibilidades de la comunicación biunívoca[50].
Los contenidos radiofónicos,
entonces, deberán ampliar sus posibilidades de relación con las audiencias no
solamente a través del mercadeo o las mediciones de la audiencia, sino y sobre
todo a partir de las relaciones directas con sus públicos mediante la red
telefónica, los servicios del correo e, incluso, de algunas experiencias del
periodismo civil, de modo que se faciliten las relaciones entre hablante y
oyente, fortaleciendo el pacto de la legitimidad del decir-oír en la radio[51].
ANTECEDENTES DE LA RADIO EN LA BÁSICA PRIMARIA Y SECUNDARIA
En nuestro país hay que tomar como ejemplo a la Radiodifusora Nacional
de Colombia, que en materia de Educación realizó una excelente labor con su
programa “El Bachillerato por Radio”, que contribuyó a atender las necesidades
educativas de millones de personas y respondió a la amplia diversidad nacional
desde el punto de vista regional, étnico, cultural y ambiental; principios
básicos de su función.
El Bachillerato por Radio, fue una iniciativa que se desarrolló con la
participación de docentes que impartían instrucción a través de una red de
emisoras de la Radiodifusora Nacional de Colombia. Las clases eran debidamente
preparadas y ordenadas de acuerdo al material impreso y guías de trabajo que
previamente se distribuían entre los estudiantes que tenían que utilizarlas a
diario para seguir el ritmo de cada tema.
Para que los estudiantes pudieran ejercitar todo la enseñanza
transmitida, se incluían ejercicios en cada uno de los módulos escritos y en
algunos casos desde las estaciones de radio, se programaban tareas donde el
estudiante solo o en compañía debía realizarlas. Al día siguiente el tutor o
profesor desde la radio, se encargaba de desarrollarla para que el estudiante
siguiera paso a paso la forma correcta de ejecutarla y le sirviera no solo para
comparara con lo realizado por él, sino para que despejara las dudas generadas.
El Bachillerato por Radio, fue un modelo educativo muy similar al
utilizado por la Cadena Sutantenza de Emisoras, al que ya hice referencia en
este ensayo.
Fuera de Colombia, vemos que de acuerdo con lo planteado por Arleison
Arcos Rivas, en su ensayo sobre Radio Escolar, se menciona una serie de
beneficios, en la educación primaria y básica secundaria, que se han aplicado
proyectos de Radio Escolar, en algunos países de América y Europa, desde la
óptica de que “hay que pensarse en las emisoras escolares como instrumentos de
re-creación de la imagen institucional y, por lo mismo, concebir dicho medio
como un potente vehículo de concesión congregación transgeneracional que
alfabetice, tanto como identifique a la población joven, centro del proceso de
aprendizaje formal. En un proyecto comunicativo escolar abierto y alternativo
la emisora escolar resulta viable como instrumento propicio, pues, entre otras
fortalezas, permite al interior del espacio escolar dinamizar las relaciones
comunicantes entre docentes y estudiantes, dar contenido y forma juvenil al
mensaje institucional, articular los valores y mensajes institucionales
actualizándolos desde referentes juveniles, propiciar el debate y la reedición
de los centros de la discusión escolar, realizar mejor la labor institucional
de educar en la diferencia”[52].
Arleison Arcos Rivas, señala de otro lado que la experiencia española en
ese sentido es muy rica, toda vez que “en los centros en que se ha puesto en
marcha una emisora, sus responsables han constatado la enorme valides de la
experiencia para, entre otras cosas: fomentar y reforzar el trabajo en equipo,
potenciar la iniciativa y la capacidad creadora del profesorado involucrado en
el proyecto, mejorar la expresión oral y escrita entre los estudiantes,
aumentar de forma significativa el uso de la biblioteca, favorecer la
integración del alumno aproximándolo a su entorno, desarrollar una nueva manera
de educar: activa, abierta a la vida, democrática, crítica y solidaria,
dinamizar la comunicación entre la comunidad escolar”[53].
Arcos Rivas, destaca la experiencia de Radio Paria como modelo muy
interesante de Radio Escolar, indicando que "Fomenta el debate y la
profundización en diversos temas a partir de una fórmula divertida. Estimula la
comunicación oral, amplía el vocabulario… en definitiva, enseña a utilizar la
voz. Incita a la reflexión y al respeto al interlocutor"[54].
Señala que “estas ventajas son posibles en un proyecto de comunicación
escolar dinamizado por emisoras, desde la apertura de las instituciones
educativas, en particular sus directivas, de manera tal que los jóvenes pueden
encontrar en la radio escolar una herramienta comparativamente superior en la
tarea de hacer “más juvenil” si se quiere el aprendizaje y la transmisión de
mensajes más dinámicos, entretenidos, amenos, cercanos, contextualizados y no
por ello perder lo que tengan de institucional, seriedad y trascendencia
histórica – cultural”[55].
1. 12 MANEJO Y DIRECCIÓN
Frente a este tema, hay que citar elementos de la Gerencia Moderna y las
Herramientas Gerenciales, aplicables a la producción de Medios de Comunicación
dentro de las cuales está la Administración, la Gestión y la Gerencia que
conllevan a una mejor organización de las Emisoras Pedagógicas y una adecuada
orientación en beneficio de la comunidad regional y nacional, que reclama su
participación y representación en aquellos medios que ejercen gran influencia
en las decisiones, estilos de vida y cultura de los pueblos.
De acuerdo con la teoría del docente y especialista, Edgar Ibarra
Ayerbe, “es necesario tener capital humano altamente calificado y cualificado
para el desarrollo del subsector productivo de medios de comunicación, en la
organización y dirección de la sociedad, con el deseo de hacer empresa, con una
nueva visión sistémica del compromiso social y empresarial y de la gerencia
creativa de futuros sociales y organizacionales, acorde con las exigencias que
impone el comienzo del nuevo siglo[56]”.
La capacitación en cuanto a la producción y realización de programas
radiales debe estar dirigida por profesionales de la comunicación. No se trata
solamente de hacer una pequeña inducción o un taller y dejarlos a la deriva. Se
necesita aplicar una pedagogía de la comunicación y hacerles un acompañamiento
y seguimiento mientras logran con el tiempo superar las dificultades que
generalmente se presentan cuando no ha habido una relación directa y permanente
al medio radial.
En el campo de la producción y la administración, el docente Ibarra,
“recomienda acudir a la Gerencia Moderna y Herramientas Gerenciales, aplicables
a la producción de Medios de Comunicación para que haya una dirección eficaz
hacia la producción y manejo de mass de tal suerte que se conviertan en agentes
de cambio”[57].
“En primera instancia, cabe precisar que en el estudio de la Gerencia
Moderna y las Herramientas Gerenciales, desde la disciplina de la
Administración, debe acotarse la diferenciación conceptual entre
Administración, Gestión y Gerencia, para lo que se propone el modelo circular
concéntrico en el marco de los sistemas microorganizacionales”[58]. La
Administración, que ha sido definida como “la ciencia encargada de los
elementos teleológicos de la organización, es decir de la formulación de
propósitos, cometidos, objetivos y principios corporativos, misión, visión,
entre otros”[59]. Todos estos conceptos aplicados a las emisoras
universitarias, son de vital importancia ya que permite a los Directores de
Emisoras Universitarias trazar y definir un plan de trabajo; evaluar logros;
proponer metas a corto, mediano y largo plazo; establecer manuales y poner en
marcha acciones encaminadas a lograr una cultura hacia la identidad y el
sentido de pertenencia del equipo de colaboradores.
Indica que dentro de estos niveles administrativos debemos igualmente,
tener en cuenta a la Gerencia, “que es el arte encargado de los elementos
deontológicos, esto es, de las actividades, herramientas y procedimientos,
orientados a darle alcance a lo definido por la Administración. Es decir las
acciones que vamos a acometer, la forma y los pasos a seguir, y finalmente, los
elementos físicos y técnicos a utilizar. concepto de Gestión, es imprescindible
dentro del modelo de gerencia moderna y muy importante aplicarlo en las
emisoras universitarias, porque “es la técnica que le corresponde la
coordinación, articulación y control de los elementos deontológicos, por lo que
le corresponde la verificación, revisión, retroalimentación y adopción de
medidas correctivas encaminadas a que la implementación guarde coherencia con
la formulación de políticas”[60].
De acuerdo con estos planteamientos las Emisoras Universitarias deben
ser manejadas con criterio de gerencia moderna, “las organizaciones, medios de
comunicación, entidades territoriales y poblaciones no son ajenas a estos tres
niveles de análisis enmarcados dentro de los sistemas microorganizacionales,
dado que como entes sociales requieren de su estricto seguimiento en forma
integral. No obstante hay que articularlos con la planeación, la organización
(como práctica social), la integración, la dirección y el control”[61].
El docente Edgar Ibarra Ayerbe, señala que dentro de todo este contexto,
“las Herramientas Gerenciales, juegan un papel preponderante. Las
organizaciones, a lo largo de más de un siglo de evolución del pensamiento
administrativo, que ha atendido a los cambios, tanto internos como de su
entorno, han evidenciado una aceleración positiva en la formulación de
herramientas y técnicas gerenciales que han buscado solucionar problemas
coyunturales o estructurales, dar respuesta a su situación actual, proyectar o
anticipar escenarios futuros, mejorar la eficacia de los gerentes y las
organizaciones y otras de un listado inacabado. En general, la utilización de
herramientas y técnicas es relativamente alta y está creciendo en todo el mundo
y en todos los sectores especialmente en las industrias manufactureras, la
química, la industria farmacéutica, el sector informático y las
telecomunicaciones[62].
Edgar Ibarra, nos enseña que dentro de las Herramientas Gerenciales que
se destacan por su alta utilización están: las definiciones de la misión de la
empresa, las encuestas de satisfacción de los clientes, los estudios
comparativos (benchmarking) y la calidad total. Algunas de estas podrían ser
aplicadas en las Emisoras Universitarias:
Gerencia del Conocimiento: Herramienta que interpreta la convivencia de
aprovechar el saber y la experiencia de los miembros de la empresa, espacio
desde donde se cuenta con innumerables posibilidades de aprendizaje interno,
razón por la que el conocimiento disperso en los trabajadores debe ser
estructurado, gestionado y difundido, para ser puestos al servicio de la
organización[63].
Modelo Malcolm Baldrige. Modelo de calidad y Premio Nacional de la
Calidad Americano, que se basa en los criterios de liderazgo, dirección de la
calidad de procesos, desarrollo y dirección de personas, planeación y
estrategia de la calidad, información y análisis, satisfacción del cliente y resultados
de calidad y operativos[64]. Benchmarking. Proceso sistemático y continuo para
evaluar los productos y procesos de trabajo de las organizaciones que son
reconocidas como representante de las mejores prácticas, con el propósito de
realizar mejoras organizacionales[65].
Círculos de Calidad. Grupo pequeño que voluntariamente desempeña
actividades de control de calidad en el trabajo, ejecutando continuamente sus
labores, como parte de un programa de control de calidad, autodesarrollo,
educación mutua, control de flujo y mejoramiento del trabajo en toda la
empresa[66].
LA RADIO EDUCATIVA Y SU MARCO
LEGAL
En concordancia con la legislación colombiana, las
emisoras universitarias están clasificadas dentro de la Radio Difusión de
interés público y tienen que obedecer a lo establecido en la Ley 74 de
1966, Decreto 1446 de 1995, y a lo dispuesto en la Constitución Política,
artículos 67 y 70.
El numeral b, del
artículo 3 del Decreto 1446 de 1995, que se refiere a la clasificación del
servicio en función de la orientación de la programación se clasifica en
Radiodifusión de interés público; veamos:
“Cuando la programación se
orienta principalmente a elevar el nivel educativo y cultural de los habitantes
del territorio colombiano, y a difundir los valores cívicos de la comunidad.
Para la evaluación del contenido cultural de la programación, se tendrán en
cuenta los lineamientos establecidos en los artículos 2 y 5 de la Ley
74 de 1966 y 67 y 70 de la Constitución Política.
El Gobierno
Nacional, a través del Ministerio de Comunicaciones, apoyará las estaciones de
radiodifusión sonora que de acuerdo con su programación sean catalogadas como
de interés público. Así mismo, el Ministerio de Comunicaciones en el Plan
Técnico de Radiodifusión Sonora en Amplitud Modulada (A.M.), atribuirá al servicio
de Radiodifusión de Interés Público un canal de cubrimiento local restringido y
operación diurna, el cual será asignado a través de licencia a las
Alcaldías
Municipales para la gestión directa del servicio, de acuerdo con los siguientes
criterios:
Se dará
prelación a los municipios que no cuenten con el servicio de radiodifusión
sonora.
Se asignará a
los demás municipios del país, sujeto al cumplimiento de las protecciones
contra interferencias objetables, dando prelación a los municipios de menor
población y con mayores índices de necesidades básicas insatisfechas.
Radiodifusión Comunitaria:
Cuando la programación esté destinada en forma específica a satisfacer
necesidades de una comunidad organizada. Artículo modificado por el artículo 1o
del decreto 348 de 1997”[67].
Así las cosas las emisoras
universitarias adquieren mayor preponderancia no solo para difundir nuestros
valores autóctonos, el potencial intelectual, las tradiciones, el talento y las
diversas manifestaciones culturales; si no haciendo aportes a través de
la investigación, como también orientando a las comunidades en las
grandes transformaciones y en los nuevos retos que se imponen.
Para la
evaluación del contenido cultural y educativo de la programación, se tendrán en
cuenta los lineamientos establecidos en los artículos 2 y 5 de la Ley 74 de
1966, que señalan: Por los servicios de
radiodifusión podrán transmitirse programas culturales, docentes,
recreativos, deportivos, informativos y periodísticos. Se entiende por
programas culturales aquellos en que prevalecen manifestaciones artísticas o
científicas; docentes, los dedicados a la enseñanza colectiva; recreativos, los
destinados al sano esparcimiento espiritual; deportivos, los orientados a
informar y comentar sobre los eventos de esta naturaleza; informativos
(radionoticieros), los que consisten en suministrar noticias sin comentarios;
periodísticos (radioperiódicos), los que utilizan modalidades de la prensa
escrita como editoriales y comentarios de noticias o sucesos, con carácter
ético o expositivo[68].
Todas estas
disposiciones están soportadas en la Carta Magna que señala: “Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema
inspección y vigilancia de la Educación con el fin de velar por su calidad, por
el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral, intelectual y
física de los educandos; garantizar el adecuado cubrimiento del servicio
y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso y
permanencia en el sistema educativo”[69].
Por su parte el artículo 70 de
nuestra Constitución indica que el Estado tiene el deber de promover y fomentar
el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades,
por medio de la Educación permanente y la enseñanza científica, técnica,
artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la
identidad nacional.
El Estado colombiano contempla
en el artículo 67 de la Constitución Política, que la Educación es un derecho
de la persona y un servicio público que tiene una función social; con
ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los
demás bienes y valores de cultura.
2.
CONCLUSIONES
Las emisoras universitarias no
están respaldadas por un proyecto pedagógico que las sustenten, lo cual hace
que su acción sea más divulgativa y desligada de la intencionalidad educativa,
porqué está más empeñada como lo dice Kaplún, en la racionalidad instrumental
que en la crítica pedagógica.
Lo anterior se sustenta,
en que por lo general, quienes están al frente de la realización y producción
de programas, no son formados en el dominio pedagógico, o no han tenido la
oportunidad de comprender que ellos están cumpliendo una alta función
educativa, y que por lo tanto debe estar soportada en algunos fundamentos
pedagógicos que deber ser conscientes y explicitados.
Debe haber un dialogo fecundo
entre los Comunicadores Sociales y los Pedagogos, a efecto de que la
función del Comunicador tenga un componente pedagógico y que entiendan que los
escenarios educativos, son diversos y que por lo tanto, la acción comunicativa
es educativa, y por ende los referentes pedagógicos deben hacer parte
fundamental de ese proceso de formación.
En todo el ensayo
argumentativo que he planteado se está exigiendo la necesidad de revisar a
fondo la función del Comunicador para abrir unos espacios de dialogo
multiculturales especialmente con la pedagogía crítica, con la etno pedagogía,
con la pedagogía de la acción colectiva y la pedagogía de los derechos humanos
que se podría dar por medio de diversos eventos.
Es importante que las
Facultades de Comunicación Social y Periodismo de las Universidades del país,
impulsen una formación en la pedagogía de la comunicación, teniendo en cuenta
que es altamente educativa y que le da sentido y expresión a lo que se
dice y se hace.
Las emisoras universitarias
manejadas con elementos pedagógicos pueden llegar a ser difusoras de conocimiento
y promotoras de aprendizaje en la medida en que se generen espacios de
interacción entre la comunidad estudiantil como una estrategia para construir
conocimiento a partir del diálogo, el debate, el análisis y la reflexión.
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p. 8.[2] Ibid. p. 3.[3] Ibid. p. 4.[4] Ibid. p. 5[5] Ibid. p. 6[6] Ibid. p. 7.[7] BRUNER J. Acción, pensamiento y lenguaje. Barcelona: Alianza,
1984. p. 3.
[8] KAPLUN, Op cit. p. 8.[9] KAPLÚN. Op cit. p. 11.[10] Ibid. p. 23.[11] Ibid. p. 32.[12] Ibid. p. 34.
[13] Ibid. p. 36.[14] Ibid. p. 38.[15] Ibid. p. 39.[16] Ibid. p. 41.[17] Ibid. p. 41.[18] PORTO, Tania María Esperon. Aprendizagem escolar e televisão: uma
experiência com a
Pedagogía da Comunicação em.
Brasil: 5ª. ed. Grau, 1996. p. 12.
[19] Ibid. p. 13.[20] Ibid. p. 15.[21] Ibid. p. 15.[22] Ibid. p. 16.[23] Ibid. p. 17.[24] Ibid. p. 19.[25] APLUN. OP cit. p. 35.[26] Ibid. p. 24.
y Educación
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Colombia : 2ª ed,
Fondo Rotatorio. 2002. p. 28.
[28] COLOMBIA. LEYES, DECRETOS. Decreto 808 del 25 de
abril de 2002 del Estado Colombiano. “Unidad de medida del trabajo académico de los
estudiantes. p. 3.
[29] KAPLUN. Op cit. p. 54.[30] Ibid. p. 57.[31] ARCOS, Rivas Arleison. La Emisora Escolar: Instrumento de
Visibilización del Sujeto Jóven.
Medellín, Colombia. 2003.[32] COLOMBIA. CONSTITUCIÓN. Constitución Política de
Colombia. Bogotá: Legis, 1991, art. 67. p 70.
[33] BERNAL, Alarcón Hernando. “Educación
Fundamental Integral”, Teoría y aplicación en el caso de Acción Cultural Popular. Bogotá
: 2ª ed, Talleres Acción Cultural Popular. 1978. p. 15.
[34] ARIZTIZABAL, Arnoldo, “El Auxiliar Inmediato de
Acción Cultural Popular en su Papel de Agente Educativo. Bogotá, Colombia : 2ª ed, Talleres Acción
Cultural Popular. 1978. p. 17.
[35] ARCOS, Op cit. p. 54.[37] Ibid. p. 4.[38] Ibid. p. 5.[39] Ibid. p. 6.[40] Ibid. p. 6.[41] Ibid. p. 7.
[42] Ibid. p. 8.[43] Ibid. p. 9.[44] Ibid. p. 10.[45] Ibid. p. 11.[46] Ibid. p. 12.[47] Ibid. p. 14.[48] Ibid. p. 15.[49] Ibid. p. 16.[50] Ibid. p. 17.[51] Ibid. p. 18.
[56] IBARRA, Ayerbe Edgar. Gerencia Moderna y
Herramientas Gerenciales. Bogotá Colombia : Impresión Gráfica y Digital. 2004. p. 2.
[57] Ibid. p. 4.[58] Ibid. p. 7.[59] Ibid. p.10.[60] Ibid. p. 11.[61] Ibid. p. 13.[62] Ibid. p. 17[63] Ibid. p. 21.[64] Ibid. p. 24.[65] Ibid. p. 26.[66] Ibid. p. 28.[67] Ibid. p. 31.[68] COLOMBIA. LEYES, DECRETOS, ETC. Ley 74 de 1966[69] COLOMBIA. CONSTITUCIÓN. Op cit.
En mi caso ha sido en la plataforma de Youtube donde he podido encontrar una clase de dinamismo parecido al que se plantea en este articulo, en donde canales como math2me o julioprofe, formulan un método de enseñanza, pero a su vez, están abiertos a recibir comentarios y tratar de ajustarse a las necesidades de aquellos a quienes se les dificulta aprender matemáticas.
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